La importancia de la gestión del TPO (Total Package Oxygen)

El TPO se refiere a la cantidad de oxígeno presente en un envase de vino sellado (botella / BIB), incluyendo el espacio de cabeza y el oxígeno disuelto en el vino mismo, justo después de su embotellado. Niveles excesivos de oxígeno pueden tener efectos perjudiciales en la calidad del vino, provocando oxidación, pérdida de aromas y envejecimiento prematuro. Gestionar el TPO es crucial para asegurar la preservación de las características sensoriales deseadas del vino y su ciclo de vida.

Los niveles de TPO que se deben apuntar

El TPO recomendado en una botella de 75 cL es menor a 2 mg/L para vinos convencionales y menor a 1 mg/L para vinos con bajo contenido de sulfitos. Para los envases tipo bag-in-box, el TPO objetivo debe ser menor a 4 mg/L independientemente del tamaño de la bolsa. Midiendo el oxígeno en diferentes etapas, es posible identificar y optimizar los pasos críticos de captación de O2 para alcanzar los niveles de TPO deseados.

Elección de la permeabilidad del tapón

La elección del tapón y, más específicamente, del aporte de oxígeno de este tapón, tiene un impacto significativo en la evolución del vino después del embotellado. Elegir la permeabilidad adecuada al oxígeno y asegurar técnicas de aplicación correctas contribuyen a alcanzar los niveles de oxígeno deseados en el envase sellado y a que el vino se desarrolle como es previsto.